Nuestros vinos

AÑADA 2019: El ciclo vegetativo de esta añada se caracteriza por un invierno seco y suave, con algunas heladas durante los meses de diciembre y enero, una primavera con menos lluvia de lo habitual y un período óptimo en las fechas de maduración que han conseguido que la uva estuviera en unas condiciones excelentes en el momento de la vendimia. Se trata de una de las grandes añadas, una cosecha con óptima madurez y equilibrio. La uva se ha desarrollado en pequeños racimos con bayas de medianas a pequeñas y gran sabor. Los vinos con intensidad aromática y una gran redondez tánica.

Se caracteriza por un invierno con abundantes precipitaciones provocando una buena mineralización de los suelos, una buena fertilidad de las plantas e importantes reservas hídricas. Un invierno y primavera con unas temperaturas suaves favoreciendo el desarrollo vegetativo de las viñas. Un verano caluroso y seco hasta bien entrado septiembre. En la segunda quincena de septiembre aparecieron las lluvias refrescando las temperaturas especialmente las nocturnas para favorecer una maduración lenta aportando una calidad aromática impropia de añadas tan cálidas. Un arranque de vendimia después de comprobar una buena maduración del fruto y de los taninos sin demorarlo para evitar un grado alcohólico alto, tratando de salvaguardar la parte más aromática y con un buen equilibrio alcohol-acidez.